En este viaje vamos a descubrir tierras salpicadas de molinos en ruinas, monasterios y castillos, que hacen que este lugar se asemeje al verdadero significado de un bosque encantado, por ello, no es extraño que el viajero quede hipnotizado por la belleza de sus paseos.
Partiendo de la localidad de Pontedeume y avanzando a orillas del río Eume, nos encontramos con más de 9000 hectáreas de superficie de lagos, valles, bosques, naturaleza viva y verde conforman este Parque Natural agrupado a lo largo de más de 80 km. Existe cuatro entradas para acceder, la elegida esta vez ha sido por el "Portal de Caaveiro"
Tras un camino entregado por completo a chopos y robles, en el que el azul del cielo se pierde entre ramajes haciéndonos creer que desparecíó por momentos, encontramos un monasterio.
Monasterio de Caaveiro
Cuenta la leyenda que
una lluviosa mañana de invierno en Caaveiro, San Rosendo se levantó y viendo el mal día que hacía se quejó contrariado. Al momento se dió cuenta de su pecado ya que el tiempo era voluntad divina y decidió tirar al Río Eume su anillo episcopal como penitencia. Siete años después, mientras el cocinero de Caaveiro preparaba la comida para los monjes, abrió un salmón y, dentro de los intestinos del pez, encontró el anillo de San Rosendo. Rápidamente se lo comunicó al obispo, quién dando gracias a Dios se dió cuenta de que su pecado había sido redimido.
Desde el monasterio encontramos unas vistas espectaculares, un bosque como todos soñamos: la espesura, las estaciones transformadas en colores, un río que conoce la aventura del salmón y busca la proximidad del mar para hacerse ría, en definitiva un lugar que merece la pena visitar.
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